Cuento infantil: Dragones en el estanque -2
Un día un grupo de exploradores fue a investigar cómo era la vida de los dragones en el estanque del fin del mundo, y vieron que todos se llevaban bien los unos con los otros.
Entonces, algo asombrados, estos humanos pararon a descansar y bebieron un poco del agua que bebían los dragones en el estanque, y no les gustó nada aunque les calmó la sed. Según decían…, ¡sabía a piña con cebolla y pescado! Aunque los dragones encontraban el agua absolutamente deliciosa, y es que sobre gustos no hay nada escrito. ¿Te atreverías a probarla?
También hay dragones que prefieren estar escondidos en cuevas, aunque suelen ser dragones viejos que están vivos desde que nuestros tatarabuelos aun llevaban pañales. A estos dragones viejos les gusta descansar todo el día, y los dragones más jóvenes les llevan pescados para que coman sin tener que hacer mucho esfuerzo.
Pero los dragones más graciosos son los llamados “Dragones Danzarines”, que son unos dragones medianos a los que les gusta andar a dos patas. Son del tamaño de un automóvil y bailan como si fuesen un perro gigante, saltando, sacando la lengua y moviendo la cola.
Y aunque llegamos al final del estanque mágico del fin del mundo, no podemos dejar de hablar del dragón más grande conocido, que era del tamaño de un río. Era un dragón muy largo, como una serpiente, y si le acariciabas la barriga sentía cosquillas hasta el día siguiente.
El estanque de los dragones es un lugar maravilloso, lleno también de plantas y flores fantásticas. Los dragones son criaturas muy extrañas, pero allí los humanos son los verdaderamente raros. Si alguna vez tienes la suerte de ir a visitar este estanque mágico, no dudes en saludar a todos y en bailar bajo las estrellas o refrescarte con el agua de piña y cebolla…porque todo el mundo es bienvenido allí, aunque sea completamente diferente.