El joven pastor y el lobo
Este clásico de la literatura infantil, tomado de las fábulas de Esopo, enseña a los más pequeños sobre los peligros y consecuencias del vicio de la mentira. Cuando las personas mienten una y otra vez, tarde o temprano pierden su credibilidad y pagan caras las consecuencias.
En un pueblo muy lejano, había un joven pastor que cuidaba un rebaño de ovejas. Pero este joven tenía una mala costumbre: engañaba a las personas del pueblo gritando:
—¡Es el lobo! ¡Es el lobo!
Las personas venían a ayudarle, solo para descubrir que el joven mentía, una y otra vez.
Un día, ocurrió que el lobo se apareció entre las ovejas, y el joven pastor, desesperado, comenzó a gritar, esta vez en serio:
¡Es el lobo! ¡Es el lobo! ¡Está matando a las ovejas del rebaño!
Pero nadie le creyó y no recibió ayuda. Y así, el lobo se encontró a sus anchas y todas las ovejas murieron.
Moraleja: Nadie le cree a un mentiroso, aun cuando diga la verdad.