Cuento- Timón, el pequeño jugador – 2

Timón, ¡Mira lo que me he encontrado! ¿Quieres jugar al baloncesto conmigo?

Timón, que no había jugado nunca al baloncesto, se puso muy contento. Los dos hermanos empezaron a jugar, cuando, de repente, los dos se dieron cuenta de que Timón encestaba todas las pelotas a la primera.

Resultó que Timón tenía muchísima fuerza en los brazos y podía encestar la pelota desde la otra punta de la pista incluso.

Al día siguiente, los niños del colegio estaban jugando al baloncesto, así que Timón, muy contento, se acercó para jugar con ellos.
– ¿Puedo jugar con vosotros? Soy muy bueno encestando la pelota
– ¡Jajajajaja! Un niño tan pequeño como tú no puede jugar al baloncesto – dijo Manuel
– ¡Sí que puedo! Y además lo hago muy bien. Déjame la pelota y te lo demostraré.

Pero Manuel se echó a reír y continuó jugando con sus amigos sin darle a Timón la opción de intentarlo.

pero, justo en ese momento, levantó la cabeza y vio un cartel que anunciaba un concurso de triples.

Timón no se lo pensó dos veces. Quería jugar y demostrar a sus compañeros y especialmente a Manuel, que aunque fuera más bajito que los demás no se merecía que le dejaran de lado.

Por fin llegó el concurso. Tenían que lanzar la pelota diez veces y ganaría el que más balones encestara. Todos fueron probando pero nadie lograba hacer un diez. Hasta que por fin llegó el turno de Timón.
– ¡Timón, con tu estatura no vas a encestar ni una! – le gritaban

Pero Timón se armó de valor y lanzó todas las pelotas sin fallar ni una. Fue el primero en conseguir el diez y todos se quedaron boquiabiertos.

Timón ganó el primer premio y demostró a todos sus compañeros que ser bajito no le impedía hacer las mismas cosas que los demás. Éstos se disculparon por su comportamiento y nunca jamás volvieron a meterse con él.

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