Fabula El gato, el lagarto y el grillo

Ello es que hay animales muy cientificos en curarse con varios especificos, y en conservar su construccion organica, como habiles que son en la botanica; pues conocen las hierbas diureticas, catarticas, narcoticas, emeticas, febrifugas, estipticas, prolificas, cefalicas tambien y sudorificas.

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En esto era gran practico y teorico un gato, pedantisimo retorico, que hablaba en un estilo tan enfatico como el mas estirado catedratico.

Yendo a caza de plantas salutiferas, dijo a un lagarto:  ¡Que ansias tan mortiferas!

Quiero, por mis turgencias semihidropicas», chupar el zumo de hojas heliotropicas».

Atonito el lagarto con lo exotico,

de todo aquel preambulo estrambotico, no entendio mas la frase macarronica que se le hablasen lengua babilonica.

Pero noto que el charlatan ridiculo de hojas de girasol lleno de ventriculo; y le dijo: » Ya, en fin, señor hidropico, he entendido lo que es zumo heliotropico».

¡Y no es bueno que un grillo, oyendo el dialogo, aunque se fue en ayunas del catalogo de terminos tan raros y magnificos, hizo del gato elogios honorificos!

Si, que hay quien tiene la hinchazon por merito, y el hablar liso y llano por demerito.

Mas ya que esos amantes de hiperbolicas clausulas, y metaforas diabolicas, de retumbantes  voces el deposito apuran, aunque salga un desproposito,caiga sobre su estilo problematico este apologo esdrujulo enigmatico.

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