Cuento -Las noches de tormentas -2

Aquella noche no pasó mucho tiempo antes de que la lluvia se hiciera más fuerte. Las gotas sonaban contra la ventana y las copas de los árboles se mecían ruidosamente por el viento, casi como enfurecidas. Felipe temblaba bajo sus sábanas mirando fijamente hacia la ventana. Entonces, una luz muy blanca iluminó toda la habitación de pronto:

—¡Ahh! —Gritó Felipe muy asustado mientras cerraba los ojos.

Entonces llegó ese fuerte sonido que hizo temblar todos los muebles de la casa. El corazoncito de Felipe latía con mucha fuerza, pero no se levantó de la cama decidido como estaba a ser muy valiente para dar ejemplo a su hermanita pequeña. El siguiente trueno iluminó aún más la habitación, pero Felipe se había preparado concienzudamente para el sonido y, cuando llegó, finalmente no se asustó tanto.

Pasaron los minutos y la tormenta se fue alejando poco a poco, y Felipe no se levantó ni un momento de su cama a pesar de todo el miedo que había pasado. Al poco, la puerta de la habitación se abrió sonando como un chillido, y Felipe abrió mucho los ojos intentando ver en la oscuridad quién había entrado en su habitación.

Entonces, una luz blanca iluminó todo el lugar y Felipe descubrió que su hermanita Sara, somnolienta y bostezando, era quien entraba en el cuarto.

—¡Sara, me has asustado! —Dijo Felipe.

—Vine porque los truenos te dan miedo, así que voy a cuidarte —Dijo Sara subiendo a su cama.
—Pero yo soy más mayor, debo ser valiente para que tú también lo seas —Respondió Felipe confundido.

—Tonterías. Vamos a “mimir”, anda, que mañana hay cole- Dijo entonces Sara con una sonrisa gigante.

Muy contento y emocionado Felipe abrazó a su pequeña hermana, que parecía ser muy sabia además de valiente. Y sintiéndose acompañado y seguro, Felipe pudo por fin dormir profundamente mientras los truenos aún iluminaban la casa de lejos, y es que aquella noche había aprendido dos cosas muy importantes: que estar acompañado es la mejor medicina para el miedo, y que los hermanos pueden ser los mejores consejeros y amigos.

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