La cabaña encantada -1
Érase una vez, en una aldea soleada, una cabaña muy pequeña en la que nadie vivía. Estaba muy descuidada y abandonada y todos los habitantes de la aldea decían que era una cabaña encantada.
Nadie se atrevía a entrar y a todos les daba miedo. Nunca nadie tuvo valor de acercarse y siempre hablaban de ello.
De entre todos los niños, había uno que se llamaba Julián del que siempre se burlaban porque era muy miedoso. Julián estaba cansado de que lo trataran así y aunque nunca decía mentiras, pensó que si les hacía creer que él había entrado en la cabaña dejarían de reírse de él y creerían que era un verdadero héroe.
Así que un día, Julián inventó una historia y fue a contársela al resto de niños de la aldea.
– Soy el primero que ha entrado en la cabaña encantada.¡Soy el más fuerte y valiente de toda la aldea!i
– ¿Ah sí? ¡Ja! Eso habrá que verlo – le contestó uno de los niños de la aldea
Juan sacó de dentro una valentía que nunca antes había demostrado para contestarles. Pero no se daba cuenta de que se estaba metiendo en un buen lío…
– Podéis venir conmigo a la cabaña. Si es que estáis dispuestos claro… – dijo Juan
El más mayor de los chicos dio un paso al frente y le contestó
– Mañana mismo. Tú irás delante y nosotros detrás. Y así veremos si dices o no la verdad
Julián estaba asustado. Él sólo quería que los niños de la aldea dejaran de meterse con él y ahora no sabía qué iba a hacer. Si reconocía que les había mentido se reirían aún más de él. Su única esperanza es que los niños no acudieran a su cita en la cabaña.