La competición de las verduras -2

Pero Doña Patata, que era tan querida por todos, tenía un plan. Había preparado riquísimas recetas usando sus patatitas y el resto de verduras.

Por un lado, hizo un puré de patatas con brócoli y zanahoria que estaba para chuparse los dedos, por otro hizo un plato de espárragos con jamón, también preparó arroz con tomate y salchichas, una tortilla de calabacín, cebolla y patata y un montón de cosas más.

Tapó los ojos a todos los niños y les dio a probar todos y cada uno de los platos.
– ¡¡Uhmmm!! ¡Qué puré más rico! Creo que es de patata y zanahoria, pero tiene algo más que me gusta mucho – dijo uno de los niños
– ¡Anda! Pero si esta tortilla está riquísima! – dijo otro

Todos los niños probaron los platos que Doña Patata había preparado y tuvieron que votar sus platos preferidos.
– ¡Yo voto al puré! ¡yo a la tortilla! – gritaban todos a la vez.
Cuando Doña Patata les enseñó qué era lo que habían probado aunque la mayoría de los niños no se lo creían.
– ¡Pero eso es imposible! ¡Si yo odio el brócoli! – dijo un niño
– ¡Y yo los espárragos! – dijo otro

Y Doña Pata, que sabía que con su pequeño engaño les demostraría que con imaginación todo era posible, les dijo:
– Es muy importante que comáis todas las verduras que podáis y no sólo tomate, zanahoria o patata. Hay mil maneras de comerlas y siempre las podéis mezclar con otras que os gusten más para conseguir sabores tan ricos como los que habéis probado hoy. ¡Es sólo cuestión de imaginación!

Desde ese día, los niños se animaron a probar otras cosas y Tomatito y Zanahorio llenaron sus carretillas de un montón de verduras de diferentes colores y sabores.
Todas las verduras vivieron felices a sabiendas de que los niños se estaban alimentando tan bien que crecerían muy fuertes e inteligentes.

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